domingo, 1 de enero de 2012

Vives, aún

Ya van a pasar veintidós años desde ese mes en que, ingresantes universitarios, concidimos en la marcha de "cachimbos" de la Villarreal; tú, en educación inicial; yo, en lengua y literatura. Coincidencia feliz para mí, porque creo que estuviste en mis sueños y en mi alma desde los dieciséis años hasta ese alegrísimo instante. Sabes... creo que te gusté desde el momento mismo en que me viste cómo me arreglaba el zapato, colocándomelo porque me lo habían pisado; sólo que yo no esperé mucho y te amé con intensidad. Recuerdo que, luego, volvimos a encontrarnos mientras me lanzaba a defender un balón en un partido de voleibol. Te miré y sonreí: me decías "chavito". Estoy contigo, en esa tarde, al lado de tu aula declaránte mi amor y diciéndote que yo era así, como me veías, y tú, aceptándome. Después, en el tercer piso de la Universidad, ofreciendo un espetáculo maravilloso de besos y caricias..¡Qué delicia! Hoy, dos mil doce, te sigo sintiendo y te busco por todas las vías. Quiero encontrarte y vivir un encuentro intenso, un encuentro de amor, un encuentro de piel. No sé cómo estás. No sabes cómo estoy. Pero sé que en algún momento, un veintiuno de junio o un dieciocho de abril nos volveremos y sólo esa única vez nos amaremos y juntaremos nuestras carnes, y nuestros besos fluirán incesantemente, y al día siguiente podremos morir tranquilos saciados...Carolina. Carlos Alberto López Marrufo.