Por qué celebrar la Navidad

En un país tan pobre como el nuestro, donde las diferencias económicas son tan notorias sí tenemos motivos para celebrar la Navidad:

-Tendremos la oportunidad de gastar en una opípara cena pensando en nuestros hermanos que no podrán llevarse un bocado para menguar su hambre.
-Podremos beber algo pensando en los compatriotas que pronto serán presos de las sequías y por los que hasta ahora no se hace algo.
-Regalaremos juguetes considerando que existen niños de la zona altoandina o de los asentamientos humanos capitalinos o de las zonas más pobres de la Amazonía que pasarán esta fecha trabajando y que quizás sólo han jugado una o dos veces al año.
-Regalaremos ropa teniendo en cuenta que existen personas en nuestro Perú que viven con prendas que apenas si cubren sus partes pudendas y a través de las cuales el frío penetra fácilmente y el calor las resquebraja quemando sus pieles.
-Brindaremos con un buen vino o un exquisito champán queriendo que en cada sorbo el fantasma de la muerte se aleje de nosotros y deseando que muchos enfermos vivan con ella sin que se los lleve debido a sus precarias economías.

Pero será mucho mejor si algo de esa cena, de esa bebida, de esos juguetes y de esa ropa la entregas directamente a una persona que realmente necesita.
No le entregues tu temor a la muerte, no olvides que los pobres estamos acostumbrados a pasear con la Parca y a robarle un día de vida todos los días.

Carlos Alberto López Marrufo